Se representa en este cuadro el tema del nacimiento de Afrodita (Venus para los romanos). Es un tema muy sugerente que han venido interpretando los artistas desde la época de los griegos hasta nuestros días, según el cual Afrodita surge, ya adulta, en todo el esplendor de su belleza de la espuma del mar. Aparece surcando las olas sobre una concha impulsada por el suave viento Céfiro al que acompaña Iris (esquina superior izquierda del cuadro). Rodeada de Eros, Hímero, Potos con otros erotes y por un cortejo de divinidades marinas, arriba a la orilla donde la esperan las Horas que le van a imponer la vestimenta divina para ser conducida después al Olimpo en una carroza tirada por cisnes (esquina superior derecha del cuadro). Son muy conocidas las interpretaciones dadas a este asunto por Boticelli, Bouguereau y Cabanel.
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